Basta de trabajo basura
En estos días de elecciones toma mucho espacio en los discursos, programas y diversas presentaciones el tema del trabajo. Básicamente de la generación de éste. Estuvo presente en las elecciones cordobesas y esta presente en las principales declaraciones de los candidatos de las próximas elecciones presidenciales.
Generar trabajo ¿De cualquier forma? ¿En cualquier condición? Por supuesto que no. Ante la acucian necesidad de los cientos de miles de hogares que carecen de empleo, ante ese permanente reclamo de nuestra gente, de nuestro pueblo; los candidatos no tienen más que agregarlo a sus plataformas y discursos.
Pero no hemos escuchado a ninguno de ellos que profundice y vaya a las causas más profundas del porque la carencia de trabajo. Carencia de trabajo que es exactamente igual a decir carencia de dignidad.
Es que la generación de empleo no se puede comprender sin explicar las características centrales del modelo económico. Pero de eso no se habla.
Veamos parte de ese problema sin querer agotar el tema.
No se habla de cómo los países periféricos como el nuestro y toda Latinoamérica son receptores de puestos laborales generados por diversos servicios en los países centrales, pero que para hacer más rentables sus negocios, son derivados al resto del mundo.
En la mayoría de los casos son tercerizados por las compañías que prestan estos servicio allá y que subcontratan compañías improvisadas a tal fin en estas tierras.
El ejemplo más claro o ilustrativo es el caso de los llamados Call Centers. En la campaña proselitista cordobesa ocupó un lugar destacado por parte del discurso del oficialismo los miles de puestos generados básicamente a partir de la proliferación de las compañías citadas. A estos puestos además de provenir de una temporización hay que agregarles sus sistemas de contratación local que los hacen aún más precarios.
¿ No hay nada que hacer? ¿Esa es la clase de trabajo que nos toca? Estamos convencidos que no, que no hay que esconder el modelo de la injusticia. En Latinoamérica tenemos ejemplos concretos de cómo ir avanzado en el tema.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, es notable por su claridad y valentía al referirse a este tema. Lo incorporó desde su campaña y luego fue parte del discurso de asunción como nuevo presidente del país hermano denunciando: "la alcahuetería de las tercerizadoras, que propician una explotación laboral".
Vale la pena leer su posición sobre el tema y tomarla en el contexto de todo su discurso.
Bueno sería también que lo lean nuestros candidatos.