De cómo hacer desaparecer de la escena política a incautos

¿Y el Pichi Campana?

Durante algunos meses  fue la única noticia política. Era el tema de la sección respectiva y hasta llegó a ser tapa. Todo el debate corría a su alrededor. Que se lanzaba como candidato a intendente por la ciudad de Córdoba, que sería el titular de Partido de la Victoria en la provincia mediterránea. Que con quien iría para gobernador. Si acompañaría al oficialismo o iría con boleta única con su postulación.

Se especuló y dio pie a los analistas de las columnas políticas de los medios masivos.

Pero lo que prometía ser una candidatura y posteriormente una campaña que reflejara los principales lineamientos del gobierno nacional dada la explícita mención y apoyo brindado al basquebolista por el presidente, quedó en una nebulosa.

Ocupo finalmente la candidatura a vice gobernador. Saltando varios casilleros y haciendo caso omiso a contradicciones y desdiciéndose de sus propias afirmaciones –convicciones, posiblemente hoy sea el vice gobernador electo. Escrutinio definitivo mediante.

Durante la campaña ya no se lo vio, ya no tubo presencia en Internet y no figuró en los spots publicitarios del oficialismo cordobés. Todos estos espacio fueron ocupados pura y exclusivamente por el candidato Schiaretti.

Una vez que cayó en manos de los muchachos del PJ desapareció de la escena. La gran expectativa que había generado charcos de tinta especulando sobre su carrera política se diluyó.

No sería desacertado pensar que lo mismo le ocurrirá conduciendo la unicameral cordobesa tal como al vice gobernador le corresponde.

¿Un  incauto o una víctima de la ambición de algún otro personaje?